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No hay domingos ni festivos. No hay descanso para quien ha asumido la responsabilidad del cuidado de un familiar en estado grave y cr?nico (ejemplos no faltan: sida, c?ncer, Alzheimer, patolog?as psiqui?tricas graves, ...) por mucho que haya momentos en que otras personas la sustituyan en esta absorbente tarea. El cuidador es aquella persona que, aunque no pertenece al mundo sanitario ni se ha formado como tal, es el responsable del cuidado del enfermo dependiente en el domicilio. La existencia del cuidador informal (seg?n definici?n de la Organizaci?n Mundial de la Salud) es fundamental en nuestra sociedad, pero no est? exenta de riesgos. En muchas ocasiones, a lo largo del proceso de la enfermedad, el cuidador siente que se queda sin fuerzas para seguir adelante. En la actualidad y desde programas de atenci?n domiciliaria se realizan tareas para disminuir el estr?s que causa tener a cargo un paciente en el propio domicilio. Ya desde la primera visita, los profesionales de la salud identifican al que ser? el cuidador informal, sus capacidades, aptitudes y disponibilidades para hacer frente a esta situaci?n que, adem?s, tendr? una duraci?n indeterminada. Los profesionales ayudan al cuidador ofreci?ndole toda la informaci?n necesaria para hacer frente a la situaci?n global del paciente y a la evoluci?n de la enfermedad. La informaci?n concreta da seguridad, evita visitas innecesarias a los servicios de urgencia y ayuda a tomar decisiones. Si el cuidador se siente parte del equipo en cuanto a la planificaci?n de cuidados, se sentir? m?s apoyado, aumentar? su autoestima y disminuir? su ansiedad. Tambi?n es importante el ofrecimiento de recursos en cuanto a ayudas disponibles relacionadas a centros de d?a, asistentes sociales, grupos de voluntariado y agrupaciones de afectados. En todo momento se facilita el contacto con los profesionales para la aclaraci?n de dudas o problemas que puedan surgir en el d?a a d?a en el domicilio. Compartir tiempo con los dem?s, ocuparse de otros, no solo da felicidad, sino que es bueno para la salud. Muchas investigaciones relacionan altruismo con efectos beneficiosos sobre la salud. Hay una fuerte correlaci?n entre bienestar, felicidad, salud y longevidad. Ayudar a los dem?s tiene recompensa. Cada a?o que pasa vivimos m?s, aunque no necesariamente mejor. La esperanza de vida media aument? 30 a?os en el siglo pasado y cada lustro se alarga otro a?o m?s. Seg?n la Organizaci?n Mundial de la Salud, hoy en d?a hay 125 millones de personas con m?s de 80 a?os, y para el 2050 ser?n unos 434 millones, lo que se traduce en un aut?ntico reto sociosanitario. Por ello, la ciencia lleva ya tiempo plante?ndose que, adem?s de curar enfermedades, hay que intentar mantener un buen estado de salud a pesar del envejecimiento. Resetear las c?lulas, eliminar las senescentes, la rob?tica o la ingenier?a de tejidos son algunas de las t?cnicas en las que los laboratorios trabajan para conseguirlo. Esto significa que la ?ltima d?cada de nuestra vida no la vivimos en su pleno potencial. “El objetivo que tenemos los investigadores no es revertir el envejecimiento, sino que el incremento de la esperanza de vida se vea acompa?ado de un buen estado de salud”. Reprogramaci?n celular: volver al punto de partida: “Se trata de una t?cnica que consiste en coger una c?lula som?tica ?las que conforman el crecimiento de los tejidos y ?rganos de un ser vivo pluricelular; por ejemplo, de la sangre, la orina o la piel? y convertirla en una c?lula pluripotente embrionaria”. En otras palabras, partiendo de una c?lula adulta con una capacidad ya limitada de renovarse y permitir la producci?n de nuevas c?lulas sanas iguales gen?ticamente, somos capaces de obtener una c?lula con el potencial de generar cualquier tipo celular del organismo. “A esto le llamamos pluripotencia, capacidad indefinida de proliferar y que ha perdido los signos de envejecimiento que ten?a la c?lula de origen”. Este proceso, que logra revertir el envejecimiento de nuestras c?lulas y que suena a ciencia ficci?n, se consigue introduciendo unas prote?nas que orquestan la funci?n del genoma y que est?n presentes a muy altos niveles en el embri?n. Estas cuatro prote?nas ?Oct4, Sox2, Klf4 y Myc? son suficientes para borrar la identidad de c?lula adulta y activar la identidad de c?lula embrionaria. “Este fue el descubrimiento que el equipo liderado por el doctor Yamanaka realiz? en el 2006, cuando se consigui? por primera vez reprogramar c?lulas adultas de la piel de un rat?n y convertirlas en c?lulas embrionarias muy similares a las que tiene un embri?n de preimplantaci?n (antes de ser transferido al ?tero)”. Este hallazgo mostr? que se puede dar marcha atr?s en el envejecimiento y desbanc? el dogma de la biolog?a que dec?a que el desarrollo embrionario era unidireccional, y las c?lulas adultas no pod?an convertirse en embrionarias. Desde ese hallazgo revolucionario, numerosos grupos han estudiado la reprogramaci?n con numerosos enfoques, a pesar de todos los avances ya logrados, sigue habiendo limitaciones t?cnicas en la regeneraci?n celular, por lo que sigue siendo necesario investigar en este prometedor campo. El reto ahora de este y otros muchos equipos cient?ficos es trasladar todas estas investigaciones realizadas con ratones a humanos. Esto significar? que el alzh?imer, el c?ncer, la diabetes y la mayor?a de las enfermedades muy vinculadas a la edad ser?n cosa del pasado. Pero esto es algo que, seg?n la mayor?a de los genetistas, tardar? en llegar. “Lo que s? veremos en los pr?ximos a?os, y antes de que se instale la reprogramaci?n celular como terapia, ser?n los primeros f?rmacos que se utilizar?n en enfermedades relacionadas con el envejecimiento”. El descubrimiento m?s importante de los ?ltimos a?os en el campo del envejecimiento seguramente es el trabajo de 2011 de la The Mayo Clinic College of Medicine and Science (MCCMS), que demostr? que si se eliminan las c?lulas viejas (o senescentes) de un rat?n, los animales viven m?s y mejor. Desde entonces se est? buscando la manera de repetir lo mismo en humanos, y ya hay algunos f?rmacos que consiguen un efecto similar que est?n pasando pruebas cl?nicas. Salvador Macip ha liderado un estudio, publicado en Nature a finales de 2021, que demostr? c?mo un f?rmaco, basado en un anticuerpo, dise?ado en su laboratorio era capaz de reconocer las c?lulas envejecidas y destruirlas. La artrosis es una de las enfermedades cr?nicas m?s prevalentes y, a su vez, una de las 10 patolog?as m?s incapacitantes de los pa?ses desarrollados, una enfermedad que adem?s se incrementa con la edad y con la obesidad. Es una patolog?a que afecta a las articulaciones m?viles y que se caracteriza generalmente porque se produce una degradaci?n del cart?lago (el tejido que recubre las articulaciones). “Las personas centenarias son un ejemplo de envejecimiento saludable, no solo porque viven mucho sino, sobre todo, porque viven mejor. A los 80-85 a?os, cuando el resto de la poblaci?n empieza a padecer los efectos del envejecimiento en forma de p?rdida de funcionalidad, fragilidad o enfermedades, las personas centenarias no lo experimentan”. Estudiar a los centenarios aporta a los investigadores mucha informaci?n. Por un lado, sobre sus estilos de vida y, por otro, sus datos biol?gicos relacionados con su gen?tica y su epigen?tica. “Podemos ver qu? es lo que tienen ellos para intentar simularlo con alguna estrategia factible, como puede ser fisiol?gica, como el ejercicio f?sico, farmacol?gica o nutricional”. Aunque nadie se libra del da?o oxidativo, cuando este no es muy elevado permite que desarrollemos adaptaciones que nos proteger?n frente a un da?o mayor, lo que llamamos efecto horm?tico. Pero cuando el da?o es m?s acusado, entonces s? que altera la funci?n de las c?lulas y es perjudicial para el organismo. “Los centenarios son personas que controlan mejor su da?o oxidativo y tienen menores niveles que personas de 70-80 a?os”, tenemos varios genes que conforman una huella gen?tica y que es caracter?stica de las personas centenarias, algo que seg?n han observado hereda su descendencia. Es decir, que los hijos de los centenarios comparten esa huella gen?tica con sus padres y tienen menos patolog?as al llegar a la vejez. “Hay alrededor de 1.700 genes en esa huella, pero todos ellos se pueden agrupar por su funci?n. A su vez, estos genes confluyen todos en Bcl-xL, que es el gen en el cual hemos centrado nuestros estudios. Este gen previene la apoptosis, que es la muerte celular programada. Cuando hay un da?o en una c?lula, esta se ‘suicida’ para no propagar el da?o. Bcl-xL inhibe este proceso y permite que la c?lula aguante un poco m?s sin autoeliminarse”. “La movilidad es un componente clave de la salud y es necesaria para que los adultos mayores mantengan su autonom?a. De hecho, m?s del 64% de los dispositivos de ayuda a la marcha son utilizados por mayores de 65 a?os. Los bastones, las sillas de ruedas o los andadores ofrecen una ayuda razonable al caminar, pero para la mayor?a de los ancianos no es suficiente. De hecho, la inestabilidad de la marcha, la debilidad muscular y los problemas cognitivos impiden a las personas mayores mantener su independencia”.Se necesita algo m?s, y aqu? entran en juego los exoesqueletos, unos robots vestibles que han surgido como una soluci?n prometedora a la hora de ayudar en la ejecuci?n de actividades f?sicas y que sirven de apoyo y refuerzo de los movimientos mediante fuerza mec?nica. “Estos dispositivos pueden guiar al anciano a la hora de caminar, ayud?ndole a mantener el equilibrio o en la realizaci?n de sus movimientos. Algunos han demostrado capacidad para reducir la fatiga o para restaurar la p?rdida parcial de control muscular sin restringir la libertad de movimiento en personas con discapacidades leves. Pero, adem?s, los exoesqueletos tienen el potencial de recoger datos y enviar alertas a familiares o al servicio m?dico, facilitando la superv画面が切り替わりますので、しばらくお待ち下さい。
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