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Al sur de Banikoro William McCarey, Bill para los amigos, estaba tratando de desenredar el sedal de la ca?a de pescar, fum?ndose un puro enorme, al extremo del deteriorado malec?n colonial, en la mini isla de Bogango, y fue el primero en ver el avi?n japon?s de bombardeo, volando casi a nivel del agua, surgir por detr?s del Tom Faldo’s Promontory. ー?Cuernos! ーbarbot? Bill, soltando ca?a, sedal, puro y alguna intraducible interjecci?nー. ?Los ≪nips≫! En el camuflado bungalow, en el lindero de la jungla, entre palmeras, cocoteros y mangles subtropicales, alguien empez? a gritar y a disparar al aire. Y en el barrac?n-cocina, Andy Tuscoe, el cocinero indio de Wyoming, con las trenzas seguramente de punto, salt? entre cazuelas y sartenes para hacer sonar la asm?tica sirena de alarma. No lo consigui? porque alguien hab?a introducido unos calzoncillos en el aparato y el pitido segu?a siendo ahogado, jadeante y sordo. El avi?n japon?s era un ≪Mitsubishi≫ de bombardeo, que nadie comprendi? qu? estaba haciendo en aquellas aguas. Pero, evidentemente, llegaba a Bogango con dificultades, puesto que al entrar en la rada perdi? la escasa altura que llevaba, roz? las olas, se lade? de estribor, precisamente donde mostraba el impacto de la artiller?a naval estadounidense, y fue a incrustar el morro en la playa, estremeci?ndose no sin mucha fuerza, para quedar varado, cual gaviota exang?e, a menos de cincuenta metros de donde dorm?a a pierna suelta, ajeno al mundo y a la eternidad, incluso a la desconocida guerra, el sargento Jack Dolan, quien se recuperaba as? de la descomunal borrachera que agarr? la v?spera.画面が切り替わりますので、しばらくお待ち下さい。
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